En este blog aprenderemos más sobre lo que son las fracturas del fémur, los tipos, las causas, síntomas, tratamientos y mejoría de esta lesión.
Recuérda, evitar realizar actividades que puedan exponerte a fracturas

miércoles, 16 de noviembre de 2011

Tratamiento

Tratamiento

El médico puede plantear el tratamiento según dos procedimientos distintos:
  • Quirúrgico.
  • Ortopédico.
El avance en las técnicas del cuidado y tratamiento de pre, intra y post-operatorio de los enfermos quirúrgicos, unido al objetivo esencial del tratamiento de estos enfermos; ha determinado que la indicación terapéutica en casi todos los enfermos sea quirúrgica; las indicaciones de tratamiento ortopédico son excepcionales.
Tratamiento quirúrgico: históricamente los objetivos perseguidos por el tratamiento quirúrgico han sido siempre los mismos:
    a. Rápida rehabilitación. b. Abandono de lecho. c. Deambulación precoz.
Hasta hace 30 años atrás, el traumatólogo no tenía otro procedimiento técnico que el enclavijamiento del cuello femoral, previa reducción de la fractura.
Se consigue así la inmovilización y contensión de los fragmentos; pero el objetivo ideal no estaba cumplido, toda vez que obligaba al paciente a una larga estadía en cama, hasta que la osteogénesis reparadora formara el callo óseo; plazo largo, que se extiende a 2 ó 3 meses durante los cuales el enfermo debe permanecer semi postrado en su cama. El panorama terapéutico cambió con el advenimiento de la sustitución protésica que permite, casi en forma ideal, cumplir los objetivos perseguidos: rehabilitar y sobre todo levantar y hacer deambular muy precozmente al enfermo recién operado.

Procedimientos quirúrgicos

    I. Enclavijamiento del cuello femoral (osteosíntesis). II. Prótesis de sustitución. III. Extirpar la cabeza femoral (operación de Gidlerston).

Enclavijamiento del cuello femoral

    El campo de sus indicaciones se va estrechando cada vez más, frente a la sustitución protésica que ofrece la extraordinaria ventaja de rehabilitación, levantada y deambulación precoz. Sin embargo, siguen persistiendo indicaciones muy precisas de osteosíntesis de la fractura, considerando que es preferible preservar el cuello y cabeza femoral si ello es posible, antes que sustituirla por la mejor de las prótesis.

    Indicaciones

    1. Fracturas recientes transcervicales y básicocervicales en enfermos jóvenes (menores de 50 años) y en buenas condiciones generales. La indicación resulta inobjetable si la fractura está reducida, encajada y estable.
    2. Fracturas aún desplazadas, de rasgo oblícuo o vertical, en enfermos jóvenes y en buenas condiciones generales.
      Corresponde a una indicación muy discutible que debe ser cuidadosamente considerada. Aun en las mejores condiciones técnicas, los riesgos de necrosis avascular son elevados. La reducción de la fractura suele ser extremadamente difícil, y debe ser perfecta; reducciones deficientes, aun cuando la osteosíntesis sea estable, con seguridad llevarán a la falta de consolidación y a la necrosis de los fragmentos óseos.

    Contraindicaciones de la osteosíntesis

    1. Enfermos muy ancianos.
    2. Enfermos en muy mal estado general.
    3. Fracturas subcapitales, desplazadas, de muy difícil o imposible reducción.

Prótesis de sustitución

    Dos de las técnicas empleadas en la sustitución protésica de la cadera: I. Prótesis parcial: es aquélla en la cual la sustitución se limita al reemplazo del vástago femoral (cabeza y cuello), dejando intacto el componente cotiloídeo.

    Indicaciones:

    1. Fracturas sub-capitales, desplazadas, en enfermos muy ancianos, en acentuado mal estado general o con pocas expectativas de vida.
    2. Fracturas transcervicales o basicervicales, en enfermos de edad avanzada, con pocas expectativas de vida.
    II. Prótesis total: implica el reemplazo simultáneo del componente protésico femoral y el cotiloídeo.

    Indicaciones:

    1. Fracturas subcapitales en pacientes relativamente jóvenes, en buenas condiciones generales y larga expectativa de vida
    2. Fracturas en que hay marcados signos clínicos y radiológicos de artrosis degenerativa.
    3. Fracturas en hueso patológico, que comprometen el cuello femoral, y ello especialmente en enfermos relativamente jóvenes, en buenas condiciones generales y larga expectativa de vida.
    4. Pseudoartrosis del cuello femoral.
    5. Fracaso quirúrgico en fracturas del cuello del fémur, intervenidas con osteosíntesis, por fractura o migración de los elementos metálicos usados.
    6. Necrosis aséptica de la cabeza femoral.
    La mejoría de la técnica, mayor expedición quirúrgica, disminución del tiempo operatorio, cada vez mejor control pre, intra y post-operatorio en enfermos de alto riesgo, determinan que los índices de morbilidad y mortalidad vayan progresivamente descendiendo. De este modo, la indicación de prótesis total va abarcando la casi totalidad de fracturas del cuello de fémur, sin las limitantes impuestas por edad o condiciones del estado general. A pesar de todo ello, la determinación de la modalidad técnica seguirá siendo un problema de consideración personal del médico tratante, de acuerdo con la persona de su enfermo.

Extirpar la cabeza femoral

Indicaciones

  1. Enfermos muy ancianos y con avanzado deterioro orgánico.
  2. En situaciones tales que hagan imposible la colocación de una prótesis o un enclavijamiento (inadecuada infraestructura, alejamiento geográfico, falta de especialista, etc.), con enfermo agobiado por dolor e imposible de trasladar.
  3. Pseudoartrosis muy invalidante por dolor, y sin posibilidades de colocar una prótesis.
  4. Fracaso de un enclavijamiento del cuello femoral o de una prótesis (infección, desprendimiento de los segmentos protésicos, etc.).
    El procedimiento deja abierta la posibilidad de realizar, posteriormente, una sustitución protésica, cuando las circunstancias lo permitan o lo aconsejen.

martes, 15 de noviembre de 2011

¿Qué es una fractura de fémur?

Una fractura femoral es la ruptura del hueso del muslo, llamado fémur. El hueso femoral también es conocido como hueso del muslo. Va desde la cadera hasta la rodilla y es el hueso más largo y fuerte del cuerpo. Por lo general, se requiere de mucha fuerza para romper el fémur.
Normalmente, una fractura femoral es causada por el traumatismo directo en el hueso, como por ejemplo una caída, golpe, una torcedura severa, una colisión, etc.

Las fracturas de la extremidad proximal del fémur representan un problema de gran importancia sanitaria y socioeconómica, tanto por su elevada frecuencia y por el gasto que suponen, como por la morbimortalidad y carga social que generan. La incidencia es desdeñable antes de los 50 años y va aumentando llegando a alcanzar un pico máximo entre el séptimo y octavo decenio de la vida. Son fracturas que se producen con mayor frecuencia en mujeres.

El tabaquismo, sedentarismo y alcoholismo son factores que favorecen aún más este tipo de problemas, factores que sumados a la falta de calcio en los huesos hacen que una fractura de esta índole pueda suceder con mayor frecuencia.

Los principales síntomas de una fractura de fémur son dolor inmediato e intenso, hinchazón alrededor de la fractura, incapacidad para caminar o amplitud limitada de movimiento en la cadera y rodilla, y deformidad de la 
pierna, como acortamiento o torceduras anormales en la pierna lesionada.

Traumatología

La traumatología es la parte de la medicina que se dedica al estudio de las lesiones del aparato locomotor.
En la actualidad esta definición es insuficiente, ya que la especialidad se extiende mucho más allá del campo de las lesiones traumáticas; abarca también el estudio de aquellas congénitas o adquiridas, en sus aspectos preventivos, terapéuticos, de rehabilitación y de investigación, y que afectan al aparato locomotor en todas las edades.

 La traumatología se ocupa de las lesiones traumáticas de columna y extremidades que afectan a:
§  Ligamentos y articulaciones: esguinces, luxaciones, artritis traumáticas, etc.
§  Músculos y tendones: roturas fibrilares, hematomas, contusiones, tendinitis, entre otros
§  Piel: heridas